La cefalea ¿es un dolor de cabeza?
Lo primero que se nos ocurre plantear es si el dolor de cabeza puede ser motivo de preocupación, y en realidad nos debe interesar por varias razones, una de ellas es su influencia sobre la calidad de vida, sobre la actividad laboral y, por sobretodo, por los riesgos que generan ciertas causas de cefalea.
Por otro lado se debe aclarar que una cefalea es un dolor que afecta a la cabeza y que no debe confundirse con un dolor de cervical, que corresponde a una molestia debida a problemas en la columna cervical.
Se definen dos grandes grupos, uno son las migrañas o jaquecas, que se caracterizan por presentarse como un dolor en la mitad de la cabeza, es en general de marcada intensidad, suele darse episódicamente, es de carácter pulsátil, y suele estar asociada a síntomas como náuseas, vómitos, hipersensibilidad a la luz y al ruido, que empeora con la actividad física; suele ser más frecuente en las mujeres que en los varones, y sobretodo durante el período de actividad sexual, o sea de entre los 15 y 50 años de edad, afectando del 12 al 15% de la población, generalmente encontrándose más de un integrante familiar. Por último, es de destacar, que si bien suelen ser molestas no suelen representar gravedad.
Por el otro lado, están las cefaleas que se caracterizan por presentarse en forma simétrica en la cabeza, y están las primarias o las secundarias a alguna causa en particular, sea un trauma, un tumor cerebral, por hipertensión arterial o por estrés o frío por nombrar algunas causas.
Lo importante es saber reconocer que hay formas de presentación que pueden ser indicadores de riesgo; por ejemplo, un dolor de cabeza que es persistente y tiende a ser progresivo, o que aparece de manera repentina y de marcada intensidad en alguna persona sin antecedentes de cefaleas previas, o que van asociados a síntomas como convulsiones, o algún déficit motor (falta de fuerzas en miembros como pierna o brazo), o que aparece por encima de los 50 años.
Los métodos de diagnósticos como una Rx de cráneo, una tomografia computada o una resonancia magnética, sólo se utilizan cuando un profesional médico lo cree conveniente, pues el diagnóstico se realiza en un 90% por las características clínicas del paciente.
Un tumor cerebral va a generar dolor sólo en función de si éste tiene un tamaño considerable y seguramente van a aparecer otros signos o síntomas orientadores, un aneurisma cerebral sólo va a generar un dolor de cabeza al momento de la complicación y se presenta en forma muy aguda y con marcada intensidad, el riesgo de presentar un ACV (accidente cerebrovascular) en personas que presentan cefaleas crónicas sólo es probable si se demuestra una causa concreta como, por ejemplo, la hipertensión arterial.
Es decir, las características clínicas del dolor de cabeza son de fundamental importancia a la hora de determinar si éste representa un riesgo considerable o no. Como siempre, la consulta con un profesional médico siempre será lo adecuado para tal apreciación, sin dejar de mencionar que la auto medicación se puede convertir en un gran ocultador de la verdadera causa de la molestia.
Dr. José A. Nayi
Médico, Especialista en Medicina Interna
Especialista en Cardiología
Master en Medicina Vascular
E-mail: josenayi@hotmail.com
lunes, 5 de agosto de 2013
domingo, 30 de junio de 2013
La aspirina tan antigua como efectiva
La aspirina tan antigua como efectiva
La aspirina (nombre comercial del ácido acetilsalisílico), es una droga que se usa desde antaño en temas de tratamiento o prevención de enfermedades y que a pesar de los avances en el conocimiento de la farmacología actual, sigue siendo de vital importancia para algunas enfermedades.
Su historia es extensa, pero a modo de resumen podemos decir que su origen se remonta al uso de la corteza del sauce blanco (nombre latino Salix alba) que ha sido usada desde tiempo inmemorial para el alivio de la fiebre y del dolor, incluso por Hipócrates en el siglo V a. c.
El principio activo de la corteza de sauce fue aislado en 1828 por Johann Buchner, profesor de Farmacia en la Universidad de Munich; se trataba de una sustancia amarga y amarillenta, en forma de agujas cristalinas que llamó salicina. En 1838 Raffaele Piria, un químico italiano, trabajando en La Sorbona de París logró separar la salicina en azúcar y un componente aromático llamado salicilaldehído. A este último compuesto lo convirtió en cristales incoloros a los que puso por nombre ácido salicílico. El ácido acetilsalicílico fue sintetizado por primera vez por el químico francés Charles Frédéric Gerhardt en 1853 y luego en forma de sal por Hermann Kolbe en 1859. Hubo que esperar hasta 1897 para que el farmacéutico alemán Felix Hoffmann, de la casa Bayer, consiguiera sintetizar al ácido acetilsalicílico con gran pureza. Aspirina fue el nombre comercial acuñado por los laboratorios Bayer para esta sustancia, convirtiéndose en el primer fármaco del grupo de los antiinflamatorios.
Tras la Primera Guerra Mundial, la marca aspirina fue expropiada en los países ganadores, fundamentalmente Inglaterra, Estados Unidos y Francia; de tal manera que en estos países aspirina pasó a ser el nombre genérico de la sustancia. Desde su comercialización se han consumido más de trescientos cincuenta billones de comprimidos y se estima que el consumo diario es de unos cien millones de aspirinas. Consecuentemente, es uno de los fármacos más usados en el mundo, con un consumo estimado de 40.000 toneladas métricas anuales. Actualmente, el 100% de la producción mundial de ácido acetilsalicílico manufacturada por Bayer se realiza en Langreo, España, en una planta química de esta empresa multinacional.
Uno de los usos más difundidos en los últimos tiempos ha sido el de prevenir los problemas de trombosis, tanto venosas como arteriales, es en ese contexto por lo que se la usa para prevenir infartos de miocardio y trombosis venosas, por ejemplo en pacientes que han sido operados de la cadera, o que se encuentran en situación de riesgo de trombosis, como es el caso de pacientes que se encuentran imposibilitados de deambular, sin que al momento sea superada por fármacos más actuales.
Ciertos estudios epidemiológicos sugieren que el uso a largo plazo de la aspirina a bajas dosis se asocia con una reducción en la incidencia del cáncer colonorrectal, así como el cáncer de pulmón, posiblemente por su asociación con efectos inhibitorios sobre la COX producida por adenocarcinomas, efectos supresores de prostaglandinas o incluso efectos directamente antimutagénicos. También se ha estudiado el papel que juega la aspirina en reducir la incidencia de otras formas de cáncer. Es posible que la aspirina también tenga la capacidad de reducir la formación de cataratas en pacientes diabéticos.
Según científicos del Instituto de Neurociencia y Fisiología de la Universidad de Goteborg, en Suecia, una dosis diaria de aspirina puede ayudar a reducir el deterioro cerebral en personas de edad avanzada. No obstante, los expertos subrayan que «debido a los efectos secundarios peligrosos que puede tener la 'Aspirina', no se puede recomendar su uso masivo a fin de proteger la memoria»; también se usa para el tratamiento de algunas enfermedades de la piel.
Pero los efectos adversos de la aspirina son tan importantes como sus efectos beneficiosos.
Hay que tener en cuenta que existen interacciones con otros medicamentos y en los cuales en algunas drogas se aumentan sus efectos y en otras las disminuye; por otro lado, hay efectos secundarios directos, principalmente gastrointestinales, es decir, úlcera péptica gástricas y sangrado estomacal. Por otro lado, en pacientes menores de catorce años se ha dejado de usar la aspirina para reducir la fiebre en la gripe o la varicela debido al elevado riesgo de contraer el síndrome de Reye, que es una complicación grave en la que se ve afectado también el hígado; además, el riñón es uno de los órganos que también debemos tener en cuenta a la hora de usar la aspirina por sus posibles efectos dañinos, generando o promoviendo una glomerulonefritis o una insuficiencia renal.
Entonces, es importante entender que si bien es una droga de uso muy difundido y de venta libre, siempre hay que consultar con un médico, quien es el único preparado para determinar no sólo los riesgos y beneficios, sino para también considerar que dentro de los efectos que tiene la aspirina, la dosis de la misma condiciona tal efecto, por ejemplo si lo que se busca es prevenir una trombosis las dosis debe ser de entre 150 a 300 mg. diarios; fuera de esa cantidad el objetivo se pierde; en cambio si lo que se busca es el efecto antiinflamatorio las dosis pueden ser 10 veces más.
O sea que, para concluir, podemos decir que es una droga con plena vigencia y que desempeña en algunas situaciones una utilidad insuperable, pero que requiere de la necesaria información para el uso correcto de la misma a los fines de conseguir el mejor efecto sin riesgos innecesarios.
Dr. José A. Nayi
Médico, Especialista en Medicina Interna
Especialista en Cardiología
Master en Medicina Vascular
E-mail: josenayi@hotmail.com
La aspirina (nombre comercial del ácido acetilsalisílico), es una droga que se usa desde antaño en temas de tratamiento o prevención de enfermedades y que a pesar de los avances en el conocimiento de la farmacología actual, sigue siendo de vital importancia para algunas enfermedades.
Su historia es extensa, pero a modo de resumen podemos decir que su origen se remonta al uso de la corteza del sauce blanco (nombre latino Salix alba) que ha sido usada desde tiempo inmemorial para el alivio de la fiebre y del dolor, incluso por Hipócrates en el siglo V a. c.
El principio activo de la corteza de sauce fue aislado en 1828 por Johann Buchner, profesor de Farmacia en la Universidad de Munich; se trataba de una sustancia amarga y amarillenta, en forma de agujas cristalinas que llamó salicina. En 1838 Raffaele Piria, un químico italiano, trabajando en La Sorbona de París logró separar la salicina en azúcar y un componente aromático llamado salicilaldehído. A este último compuesto lo convirtió en cristales incoloros a los que puso por nombre ácido salicílico. El ácido acetilsalicílico fue sintetizado por primera vez por el químico francés Charles Frédéric Gerhardt en 1853 y luego en forma de sal por Hermann Kolbe en 1859. Hubo que esperar hasta 1897 para que el farmacéutico alemán Felix Hoffmann, de la casa Bayer, consiguiera sintetizar al ácido acetilsalicílico con gran pureza. Aspirina fue el nombre comercial acuñado por los laboratorios Bayer para esta sustancia, convirtiéndose en el primer fármaco del grupo de los antiinflamatorios.
Tras la Primera Guerra Mundial, la marca aspirina fue expropiada en los países ganadores, fundamentalmente Inglaterra, Estados Unidos y Francia; de tal manera que en estos países aspirina pasó a ser el nombre genérico de la sustancia. Desde su comercialización se han consumido más de trescientos cincuenta billones de comprimidos y se estima que el consumo diario es de unos cien millones de aspirinas. Consecuentemente, es uno de los fármacos más usados en el mundo, con un consumo estimado de 40.000 toneladas métricas anuales. Actualmente, el 100% de la producción mundial de ácido acetilsalicílico manufacturada por Bayer se realiza en Langreo, España, en una planta química de esta empresa multinacional.
Uno de los usos más difundidos en los últimos tiempos ha sido el de prevenir los problemas de trombosis, tanto venosas como arteriales, es en ese contexto por lo que se la usa para prevenir infartos de miocardio y trombosis venosas, por ejemplo en pacientes que han sido operados de la cadera, o que se encuentran en situación de riesgo de trombosis, como es el caso de pacientes que se encuentran imposibilitados de deambular, sin que al momento sea superada por fármacos más actuales.
Ciertos estudios epidemiológicos sugieren que el uso a largo plazo de la aspirina a bajas dosis se asocia con una reducción en la incidencia del cáncer colonorrectal, así como el cáncer de pulmón, posiblemente por su asociación con efectos inhibitorios sobre la COX producida por adenocarcinomas, efectos supresores de prostaglandinas o incluso efectos directamente antimutagénicos. También se ha estudiado el papel que juega la aspirina en reducir la incidencia de otras formas de cáncer. Es posible que la aspirina también tenga la capacidad de reducir la formación de cataratas en pacientes diabéticos.
Según científicos del Instituto de Neurociencia y Fisiología de la Universidad de Goteborg, en Suecia, una dosis diaria de aspirina puede ayudar a reducir el deterioro cerebral en personas de edad avanzada. No obstante, los expertos subrayan que «debido a los efectos secundarios peligrosos que puede tener la 'Aspirina', no se puede recomendar su uso masivo a fin de proteger la memoria»; también se usa para el tratamiento de algunas enfermedades de la piel.
Pero los efectos adversos de la aspirina son tan importantes como sus efectos beneficiosos.
Hay que tener en cuenta que existen interacciones con otros medicamentos y en los cuales en algunas drogas se aumentan sus efectos y en otras las disminuye; por otro lado, hay efectos secundarios directos, principalmente gastrointestinales, es decir, úlcera péptica gástricas y sangrado estomacal. Por otro lado, en pacientes menores de catorce años se ha dejado de usar la aspirina para reducir la fiebre en la gripe o la varicela debido al elevado riesgo de contraer el síndrome de Reye, que es una complicación grave en la que se ve afectado también el hígado; además, el riñón es uno de los órganos que también debemos tener en cuenta a la hora de usar la aspirina por sus posibles efectos dañinos, generando o promoviendo una glomerulonefritis o una insuficiencia renal.
Entonces, es importante entender que si bien es una droga de uso muy difundido y de venta libre, siempre hay que consultar con un médico, quien es el único preparado para determinar no sólo los riesgos y beneficios, sino para también considerar que dentro de los efectos que tiene la aspirina, la dosis de la misma condiciona tal efecto, por ejemplo si lo que se busca es prevenir una trombosis las dosis debe ser de entre 150 a 300 mg. diarios; fuera de esa cantidad el objetivo se pierde; en cambio si lo que se busca es el efecto antiinflamatorio las dosis pueden ser 10 veces más.
O sea que, para concluir, podemos decir que es una droga con plena vigencia y que desempeña en algunas situaciones una utilidad insuperable, pero que requiere de la necesaria información para el uso correcto de la misma a los fines de conseguir el mejor efecto sin riesgos innecesarios.
Dr. José A. Nayi
Médico, Especialista en Medicina Interna
Especialista en Cardiología
Master en Medicina Vascular
E-mail: josenayi@hotmail.com
Morteros, Córdoba (R.A.)
Morteros, Córdoba, Argentina
domingo, 31 de marzo de 2013
El deportista y el alcohol
Deporte y alcoholismo
El deportista y el alcohol
El alcohol se podría decir que es la droga más antigua y usada en el mundo. Su origen sería árabe ya que la palabra original es “al Kuhul". Tiene propiedades desinfectantes, y se usa en distintos ramos como en cosmética, en fabricación de pinturas, en la elaboración de medicamentos, bebidas, perfumes, en la industria, entre otras aplicaciones, y también para consumo humano.
Hay 16 tipos de alcoholes, pero los más conocidos y habituales son: el alcohol metílico, (alcohol de quemar) que se usa con fines industriales, es incoloro, inflamable, tóxico, y de olor penetrante. El alcohol etílico es obtenido por síntesis del etileno o por fermentación de los azúcares y éstos se obtienen de frutas y hortalizas. Este último es usado en la medicina y en la elaboración de productos para el consumo humano.
El alcoholismo es una adicción altamente destructiva, tanto para la mente, como para todo el organismo en general, ya que atraviesa la membrana celular y por lo tanto afecta distintos órganos. Se realizaron distintos estudios en relación con los efectos del alcohol y el rendimiento físico en humanos. En este sentido, se desprende la siguiente posición del American College of Sports Medicine:
El alcohol es el principal depresor del sistema nervioso central. En distintos grados, está presente la agresividad, el descontrol de impulsos y hasta el estado de coma y muerte cuando las dosis son excesivas y en forma aguda como lamentablemente se observa en los jóvenes durante los fines de semana. El alcohol afecta al complejo de la dopamina en un primer estadio provocando euforia y pérdida del miedo, único efecto que se podría considerar positivo para el deporte.
Es importante saber que el consumo de ciertas bebidas alcohólicas y en dosis no recomendables, con los años puede producir daño neurológico irreversible, pudiendo llevar a la demencia alcohólica. Por otro lado, hay dos inconvenientes muy importantes, uno es que aumenta de peso por la cantidad de calorías que tiene cada gramo de alcohol (1 gr. 7 calorías), y el otro inconveniente es la acción sobre los receptores gamma de nuestro cerebro, produciendo una ralentización o enlentecimiento de las neuronas.
Por lo expuesto, la función psicomotora es la más afectada (tiempo de reacción, coordinación mano-ojos, etc.) y por ende el rendimiento deportivo. Un efecto a tener en cuenta es la hipoglucemia (azúcar baja en sangre) por disminución de la denominada gluconeogénesis hepática (producción de azúcar por el hígado). Aparentemente el alcohol no tendría efecto sobre el consumo máximo de oxígeno.
Hace unos años se realizó un estudio en la Universidad de Southern, en el estado de Illinois, por el cual se investigó durante 19 meses a 51.500 estudiantes con entrevistas y cuestionario. La conclusión fue el elevado consumo de alcohol entre los alumnos universitarios que practicaban deportes (publicado por la Revista Journal of American College Health). Por lo que el consumo de alcohol más elevado, estuvo en deportistas que entre los que no practicaban deportes; además se observó más consumo entre los capitanes
que en el resto del grupo.
La dependencia alcohólica y los problemas relacionados con el alcohol son, en nuestro país, más prevalentes que los del consumo de las denominadas drogas ilegales. Los consumidores de alcohol que acuden a la consulta médica pueden ser ubicados en uno de los siguientes grupos:
Es importante no desestimar ningún ámbito, pues el abuso y la dependencia alcohólica, si bien pueden tener una base genética, son determinantes las condiciones que se dan en el desarrollo de la vida del individuo en todos sus ámbitos de socialización. El alcoholismo atraviesa todas las edades y condiciones sociales, sin restricciones y se puede dar en personas con o sin otro trastorno previo, concomitante o posterior al consumo.
Piense el lector, en la infinita gamas de aspectos que influyen en el consumo de una bebida alcohólica; un éxito deportivo, un cumpleaños, un bautismo, la nochebuena, una encuentro con amigos, una situación de tristeza, una situación de alegría, y no hace falta abundar más.
Tengamos en cuenta que el alcohol no es simplemente un combustible, sino también un depositario de muchísimos sentimiento, ilusiones e ideas de la humanidad. Tal vez si pensamos en términos de moderación, podamos conseguir que aquel que hoy es un consumidor compulsivo de alcohol pueda aprender que no sólo el alcohol puede emborrachar sino también la tristeza, el dolor, el éxito, la derrota, en fin, las singularidades
de la vida pueden atentar contra ella.
Hay que destacar que las situaciones de pérdidas significativas como la del trabajo, oficio o profesión, el retiro, la jubilación, el final de una carrera deportiva o sucesivos fracasos, y el consumo de alcohol, se alimentan mutuamente entre sí en una espiral creciente.
Tengamos en cuenta que el consumidor de alcohol puede arrimarse a la consulta y recibir de los profesionales tratantes, solamente indicaciones médicas de prohibición del consumo. Esta prohibición puede resultar ineficaz si el profesional busca como aliado del tratamiento la voluntad de alguien cuya voluntad es precisamente la primera victima del consumo de alcohol.
El abordaje de los trastornos por consumo de alcohol requiere la participación de una amplia gama de personas e instituciones tanto para el tratamiento como para la prevención. En este sentido, tengamos en cuenta que la detección precoz de los conflictos que predisponen al abuso de alcohol, se puede dar en todos los ámbitos de la vida; familia, docentes, vecinos, deportistas, entrenadores, kinesiólogos, amigos, en fin, cualquier persona significativa, antes que llegue a la consulta por presentar problemas serios de adicción.
En este sentido, es de utilidad, lo aportado por las denominadas ciencias de la conducta a partir de la década del 70; la conducta de los individuos es algo explicable, predecible y modificable; y el consumo de alcohol es una conducta. En realidad tenemos que decir que estas posibilidades se deben a que la conducta es el resultado de un proceso de aprendizaje social. Cuando decimos aprendizaje no nos referimos solamente al aprendizaje escolar sino aquel que surge de la solución de los problemas que plantea la vida
en todos los ámbitos donde transcurre la historia del individuo.
Un paso más importante aún, es no sólo considerar que se aprende a tener conductas de consumo de alcohol, sino también que se puede aprender socialmente a dejar de consumir excesivamente o que también se puede aprender a no consumir excesivamente alcohol.
El tratamiento esta apuntado a un equipo multidisciplinario (psiquiatras, médicos, psicólogos, asistentes sociales, profesores de educación física, etc.) que incluyan a la familia; otra forma serían los grupos de autoayuda, y llegando al extremo de la internación en los casos severos, donde el manejo ambulatorio es imposible.
Por el lado del deporte, los médicos, entrenadores, profesores de educación física, etc., que actúan a nivel de los grupos infanto-juveniles, tendrían el rol preventivo de crear espacios de acciones y reflexiones sobre estilo de vida saludables, proyectos de vida, promoviendo un diálogo permanente.
En los últimos meses se han difundido algunas noticias en relación a supuestos beneficios del consumo de cerveza en la recuperación de un deportista, pero buena parte de la clase médica desconfía de estos preceptos. "Pequeñas cantidades de alcohol (a partir de 0,2 gramos de alcohol por litro de sangre) tienen efecto sobre diversas funciones neuropsicológicas. La práctica deportiva precisa la total integridad de todos los sistemas orgánicos, por lo que cualquier cifra de alcohol afecta significativamente tanto el rendimiento como la recuperación del deportista".
El consumo de alcohol, en cualquiera de sus variantes, influye negativamente en el rendimiento, la fuerza y la coordinación. El etanol, presente en las bebidas alcohólicas, afecta el sistema nervioso, pudiendo provocar en un primer momento euforia y mayor fuerza, pero el efecto final es depresivo; es decir, deprime las capacidades del individuo para actuar ante cualquier situación y reduce los reflejos. Como consecuencia, los movimientos se enlentecen, la coordinación disminuye y si su ingesta fue excesiva puede ocasionar alteraciones en la visión.
Igualmente, tampoco parece nada claro que el consumo de alcohol, aunque sea en cantidades de cerveza mínimas, tenga algún efecto beneficioso en la prevención de enfermedades cardiovasculares. "El alcohol es, después del tabaco, una de las principales causas individuales de mortalidad prevenible. La clara relación entre diversos cánceres y el consumo de alcohol desaconseja totalmente cualquier consumo, tal y como afirman con rotundidad las prestigiosas organizaciones científicas como 'World Cancer Research Fund' o 'American Institute for Cancer Research".
Por otro lado, el alcohol actúa como diurético lo cual puede propiciar un cuadro de deshidratación durante la práctica deportiva, y debido a que su ingesta incrementa la pérdida de líquidos, también se produce una pérdida mayor de vitaminas y minerales esenciales para el adecuado desempeño deportivo como el potasio, magnesio, fósforo y calcio.
Alcohol y deporte
"Es muy importante que la persona que practique una actividad deportiva esté adecuadamente hidratada durante todo el día, es decir, antes, durante y después del esfuerzo físico que realice. La hidratación durante la actividad física es incompleta en muchos deportes por las características del esfuerzo y las pérdidas sudorales. En estos casos hay que intentar optimizar la hidratación lo máximo posible", señala el trabajo.
Además, el etanol se absorbe rápidamente en el organismo y obstaculiza el metabolismo de otros nutrientes al mismo tiempo que genera un efecto inhibitorio en la oxidación de las grasas, por lo cual, puede ocasionar un incremento de peso corporal indeseado a expensas de grasa.
Entre otros de sus efectos negativos sobre el metabolismo, podemos decir que el etanol aumenta la degradación de proteínas, lo cual por supuesto perjudica la masa magra de nuestro organismo. Por éstas y otras razones, no se aconseja el consumo de cerveza dentro de la dieta de un deportista.
"No se ha demostrado que el uso de la cerveza, especialmente por lo que supone su contenido alcohólico, tenga un efecto significativo sobre la mejora de la salud. El deporte se asocia con una serie de valores éticos que deberían ser irrenunciables: compañerismo, respeto al rival, etc. Pero también debe implicar la renuncia a hábitos tóxicos como el dopaje, el consumo de drogas, de tabaco y de alcohol".
Dr. José A. Nayi
Médico, Especialista en Medicina Interna
Especialista en Cardiología
Master en Medicina Vascular
E-mail: josenayi@hotmail.com
El deportista y el alcohol
El alcohol se podría decir que es la droga más antigua y usada en el mundo. Su origen sería árabe ya que la palabra original es “al Kuhul". Tiene propiedades desinfectantes, y se usa en distintos ramos como en cosmética, en fabricación de pinturas, en la elaboración de medicamentos, bebidas, perfumes, en la industria, entre otras aplicaciones, y también para consumo humano.
Hay 16 tipos de alcoholes, pero los más conocidos y habituales son: el alcohol metílico, (alcohol de quemar) que se usa con fines industriales, es incoloro, inflamable, tóxico, y de olor penetrante. El alcohol etílico es obtenido por síntesis del etileno o por fermentación de los azúcares y éstos se obtienen de frutas y hortalizas. Este último es usado en la medicina y en la elaboración de productos para el consumo humano.
El alcoholismo es una adicción altamente destructiva, tanto para la mente, como para todo el organismo en general, ya que atraviesa la membrana celular y por lo tanto afecta distintos órganos. Se realizaron distintos estudios en relación con los efectos del alcohol y el rendimiento físico en humanos. En este sentido, se desprende la siguiente posición del American College of Sports Medicine:
- El consumo agudo de alcohol ejerce un efecto negativo sobre la psicomotricidad, como tiempo de reacción, coordinación de ojos y manos, la precisión, el balance y la coordinación.
- Puede alterar la regulación de la temperatura del cuerpo durante el ejercicio prolongado en ambiente frío.
- El alcohol puede disminuir la fuerza, la potencia, la tolerancia muscular local, la velocidad y la tolerancia cardiovascular.
- El consumo prolongado y excesivo produce cambios patológicos en hígado, cerebro, músculo, corazón y puede llevar a la incapacidad y la muerte.
- Educar a deportistas, dirigentes, educadores, médicos, entrenadores, prensa, etc. para que sepan los efectos del consumo del alcohol sobre el rendimiento físico y las alteraciones agudas y crónicas que se puedan producir.
El alcohol es el principal depresor del sistema nervioso central. En distintos grados, está presente la agresividad, el descontrol de impulsos y hasta el estado de coma y muerte cuando las dosis son excesivas y en forma aguda como lamentablemente se observa en los jóvenes durante los fines de semana. El alcohol afecta al complejo de la dopamina en un primer estadio provocando euforia y pérdida del miedo, único efecto que se podría considerar positivo para el deporte.
Es importante saber que el consumo de ciertas bebidas alcohólicas y en dosis no recomendables, con los años puede producir daño neurológico irreversible, pudiendo llevar a la demencia alcohólica. Por otro lado, hay dos inconvenientes muy importantes, uno es que aumenta de peso por la cantidad de calorías que tiene cada gramo de alcohol (1 gr. 7 calorías), y el otro inconveniente es la acción sobre los receptores gamma de nuestro cerebro, produciendo una ralentización o enlentecimiento de las neuronas.
Por lo expuesto, la función psicomotora es la más afectada (tiempo de reacción, coordinación mano-ojos, etc.) y por ende el rendimiento deportivo. Un efecto a tener en cuenta es la hipoglucemia (azúcar baja en sangre) por disminución de la denominada gluconeogénesis hepática (producción de azúcar por el hígado). Aparentemente el alcohol no tendría efecto sobre el consumo máximo de oxígeno.
Hace unos años se realizó un estudio en la Universidad de Southern, en el estado de Illinois, por el cual se investigó durante 19 meses a 51.500 estudiantes con entrevistas y cuestionario. La conclusión fue el elevado consumo de alcohol entre los alumnos universitarios que practicaban deportes (publicado por la Revista Journal of American College Health). Por lo que el consumo de alcohol más elevado, estuvo en deportistas que entre los que no practicaban deportes; además se observó más consumo entre los capitanes
que en el resto del grupo.
La dependencia alcohólica y los problemas relacionados con el alcohol son, en nuestro país, más prevalentes que los del consumo de las denominadas drogas ilegales. Los consumidores de alcohol que acuden a la consulta médica pueden ser ubicados en uno de los siguientes grupos:
- Aquellos cuyo consumo constituye un riesgo o perjuicio para su salud aunque no haya problemas objetivables.
- Aquellos que presentan una patología asociada al consumo perjudicial del alcohol aunque no presentan dependencia alcohólica.
- Aquellos que presentan dependencia al alcohol.
Es importante no desestimar ningún ámbito, pues el abuso y la dependencia alcohólica, si bien pueden tener una base genética, son determinantes las condiciones que se dan en el desarrollo de la vida del individuo en todos sus ámbitos de socialización. El alcoholismo atraviesa todas las edades y condiciones sociales, sin restricciones y se puede dar en personas con o sin otro trastorno previo, concomitante o posterior al consumo.
Piense el lector, en la infinita gamas de aspectos que influyen en el consumo de una bebida alcohólica; un éxito deportivo, un cumpleaños, un bautismo, la nochebuena, una encuentro con amigos, una situación de tristeza, una situación de alegría, y no hace falta abundar más.
Tengamos en cuenta que el alcohol no es simplemente un combustible, sino también un depositario de muchísimos sentimiento, ilusiones e ideas de la humanidad. Tal vez si pensamos en términos de moderación, podamos conseguir que aquel que hoy es un consumidor compulsivo de alcohol pueda aprender que no sólo el alcohol puede emborrachar sino también la tristeza, el dolor, el éxito, la derrota, en fin, las singularidades
de la vida pueden atentar contra ella.
Hay que destacar que las situaciones de pérdidas significativas como la del trabajo, oficio o profesión, el retiro, la jubilación, el final de una carrera deportiva o sucesivos fracasos, y el consumo de alcohol, se alimentan mutuamente entre sí en una espiral creciente.
Tengamos en cuenta que el consumidor de alcohol puede arrimarse a la consulta y recibir de los profesionales tratantes, solamente indicaciones médicas de prohibición del consumo. Esta prohibición puede resultar ineficaz si el profesional busca como aliado del tratamiento la voluntad de alguien cuya voluntad es precisamente la primera victima del consumo de alcohol.
El abordaje de los trastornos por consumo de alcohol requiere la participación de una amplia gama de personas e instituciones tanto para el tratamiento como para la prevención. En este sentido, tengamos en cuenta que la detección precoz de los conflictos que predisponen al abuso de alcohol, se puede dar en todos los ámbitos de la vida; familia, docentes, vecinos, deportistas, entrenadores, kinesiólogos, amigos, en fin, cualquier persona significativa, antes que llegue a la consulta por presentar problemas serios de adicción.
En este sentido, es de utilidad, lo aportado por las denominadas ciencias de la conducta a partir de la década del 70; la conducta de los individuos es algo explicable, predecible y modificable; y el consumo de alcohol es una conducta. En realidad tenemos que decir que estas posibilidades se deben a que la conducta es el resultado de un proceso de aprendizaje social. Cuando decimos aprendizaje no nos referimos solamente al aprendizaje escolar sino aquel que surge de la solución de los problemas que plantea la vida
en todos los ámbitos donde transcurre la historia del individuo.
Un paso más importante aún, es no sólo considerar que se aprende a tener conductas de consumo de alcohol, sino también que se puede aprender socialmente a dejar de consumir excesivamente o que también se puede aprender a no consumir excesivamente alcohol.
El tratamiento esta apuntado a un equipo multidisciplinario (psiquiatras, médicos, psicólogos, asistentes sociales, profesores de educación física, etc.) que incluyan a la familia; otra forma serían los grupos de autoayuda, y llegando al extremo de la internación en los casos severos, donde el manejo ambulatorio es imposible.
Por el lado del deporte, los médicos, entrenadores, profesores de educación física, etc., que actúan a nivel de los grupos infanto-juveniles, tendrían el rol preventivo de crear espacios de acciones y reflexiones sobre estilo de vida saludables, proyectos de vida, promoviendo un diálogo permanente.
- El consumo de alcohol tiene como consecuencia un aumento de la diuresis y, por lo tanto, favorece la deshidratación.
- Los expertos aseguran que no se ha demostrado que el uso de la cerveza -especialmente por lo que supone su contenido alcohólico- tenga un efecto significativo sobre la mejora de la salud del deportista.
- Cualquier cifra de alcohol afecta significativamente tanto el rendimiento como la recuperación del deportista, al valorar los posibles efectos positivos del consumo moderado de alcohol, incluyendo la cerveza, en la vida de un deportista.
En los últimos meses se han difundido algunas noticias en relación a supuestos beneficios del consumo de cerveza en la recuperación de un deportista, pero buena parte de la clase médica desconfía de estos preceptos. "Pequeñas cantidades de alcohol (a partir de 0,2 gramos de alcohol por litro de sangre) tienen efecto sobre diversas funciones neuropsicológicas. La práctica deportiva precisa la total integridad de todos los sistemas orgánicos, por lo que cualquier cifra de alcohol afecta significativamente tanto el rendimiento como la recuperación del deportista".
El consumo de alcohol, en cualquiera de sus variantes, influye negativamente en el rendimiento, la fuerza y la coordinación. El etanol, presente en las bebidas alcohólicas, afecta el sistema nervioso, pudiendo provocar en un primer momento euforia y mayor fuerza, pero el efecto final es depresivo; es decir, deprime las capacidades del individuo para actuar ante cualquier situación y reduce los reflejos. Como consecuencia, los movimientos se enlentecen, la coordinación disminuye y si su ingesta fue excesiva puede ocasionar alteraciones en la visión.
Igualmente, tampoco parece nada claro que el consumo de alcohol, aunque sea en cantidades de cerveza mínimas, tenga algún efecto beneficioso en la prevención de enfermedades cardiovasculares. "El alcohol es, después del tabaco, una de las principales causas individuales de mortalidad prevenible. La clara relación entre diversos cánceres y el consumo de alcohol desaconseja totalmente cualquier consumo, tal y como afirman con rotundidad las prestigiosas organizaciones científicas como 'World Cancer Research Fund' o 'American Institute for Cancer Research".
Por otro lado, el alcohol actúa como diurético lo cual puede propiciar un cuadro de deshidratación durante la práctica deportiva, y debido a que su ingesta incrementa la pérdida de líquidos, también se produce una pérdida mayor de vitaminas y minerales esenciales para el adecuado desempeño deportivo como el potasio, magnesio, fósforo y calcio.
Alcohol y deporte
"Es muy importante que la persona que practique una actividad deportiva esté adecuadamente hidratada durante todo el día, es decir, antes, durante y después del esfuerzo físico que realice. La hidratación durante la actividad física es incompleta en muchos deportes por las características del esfuerzo y las pérdidas sudorales. En estos casos hay que intentar optimizar la hidratación lo máximo posible", señala el trabajo.
Además, el etanol se absorbe rápidamente en el organismo y obstaculiza el metabolismo de otros nutrientes al mismo tiempo que genera un efecto inhibitorio en la oxidación de las grasas, por lo cual, puede ocasionar un incremento de peso corporal indeseado a expensas de grasa.
Entre otros de sus efectos negativos sobre el metabolismo, podemos decir que el etanol aumenta la degradación de proteínas, lo cual por supuesto perjudica la masa magra de nuestro organismo. Por éstas y otras razones, no se aconseja el consumo de cerveza dentro de la dieta de un deportista.
"No se ha demostrado que el uso de la cerveza, especialmente por lo que supone su contenido alcohólico, tenga un efecto significativo sobre la mejora de la salud. El deporte se asocia con una serie de valores éticos que deberían ser irrenunciables: compañerismo, respeto al rival, etc. Pero también debe implicar la renuncia a hábitos tóxicos como el dopaje, el consumo de drogas, de tabaco y de alcohol".
Dr. José A. Nayi
Médico, Especialista en Medicina Interna
Especialista en Cardiología
Master en Medicina Vascular
E-mail: josenayi@hotmail.com
Morteros, Córdoba (R.A.)
Morteros, Córdoba, Argentina
martes, 19 de febrero de 2013
El envejecimiento y la diabetes
El envejecimiento y la diabetes
Uno de los procesos biológicos que más intriga a cualquier persona en general y a los científicos en particular es el relacionado con el envejecimiento. Han pasado siglos de investigación en el tema que dejaron algunos conocimientos y otras frustraciones.
Como atenuante en el tema es cierto y palpable que con el desarrollo de mejores condiciones de vida y de la mano del avance del conocimiento y de la tecnología médica, muchas más personas arriban a edades más avanzadas, aunque a la vez se encuentran con el inevitable efecto del paso del tiempo en donde surge el desarrollo de enfermedades crónicas y degenerativas y en donde la diabetes emerge como una de las enfermedades que aparecen con mayor frecuencia.
Al mismo tiempo, parecería que las personas obesas y diabéticas experimentan una velocidad de envejecimiento más rápida que las personas no diabéticas y delgadas.
Según los últimos estudios, la división celular es importante en el organismo para la renovación de los tejidos, habiendo a la vez un mecanismo de protección natural para prevenir la transformación tumoral y en el cual existe la denominada apoptosis (1), el envejecimiento celular, y la autofagia (2).
Estos tres procesos existen en forma natural y en condiciones de normalidad; ese equilibrio natural se puede ver alterado por diversas situaciones en donde nuevamente la diabetes aparece como un mecanismo que condiciona un envejecimiento y ateroesclerosis precoz.
Profundizando un poco más, y para entender mejor el tema, es bueno saber que existen una serie de estudios en los cuales la obesidad juega un rol importante pues produce sustancias tóxicas denominadas radicales libres y otras sustancias denominadas pro-inflamatorias que elevan la denominada insulinorresistencia que, con el tiempo, producen la enfermedad diabetes que, a su vez, determina un daño acelerado de los tejidos que se pueden evidenciar en el examen vascular al constatarse un deterioro de este órgano bajo la forma de aterosclerosis precoz, y con la presencia de varias sustancias consideradas como tóxicas para las células, determinando un envejecimiento acelerado de los tejidos.
En la práctica médica clínica se ha demostrado cómo parámetros simples tienen una estrecha correlación con este proceso de envejecimiento, como por ejemplo la circunferencia de la cintura, el índice de masa corporal, o el calcio en las arterias.
(1) La muerte celular programada o apoptosis, es una forma de muerte celular que está desencadenada por señales celulares controladas genéticamente. La apoptosis tiene una función muy importante en los organismos, pues hace posible la destrucción de las células dañadas genéticamente, evitando la aparición de enfermedades como el cáncer.
(2) La autofagia es un proceso catabólico altamente conservado en eucariotas (3), en el cual el citoplasma, incluyendo el exceso de orgánulos o aquellos deteriorados o aberrantes, son secuestrados en vesículas de doble membrana y liberados dentro del lisosoma / vacuola para su descomposición y eventual reciclado de las macromoléculas resultantes.
(3) Eucariotas: Es el dominio que incluye los organismos celulares con núcleo verdadero. La castellanización adecuada del término es "eucariontes".
Fuente consultada: es.wikipedia.org
Dr. José A. Nayi
Médico, Especialista en Medicina Interna
Especialista en Cardiología
Master en Medicina Vascular
E-mail: josenayi@hotmail.com
Morteros, Córdoba (R.A.)
Morteros, Córdoba, Argentina
lunes, 11 de febrero de 2013
Tatuaje: riesgos
Tatuaje: riesgos
El tatuaje y sus riesgos para la salud
Tendencias sociales y culturales continúan popularizando a los tatuajes, por lo que existe un incremento en el número de adolescentes que se los realiza. Aproximadamente el 10% de los adolescentes (12-18 años) tienen tatuajes. La mayoría de ellos desconocen las complicaciones relacionadas con éstos.
Los tatuajes amateurs están compuestos por tinta o partículas de carbón que se han inyectado en la piel dando un color azul negruzco. Los tatuajes profesionales compuestos por tintas, permiten mezclar pigmentos para obtener el color deseado, por lo que el procedimiento no está exento de complicaciones, las cuales pueden estar vinculadas con la injuria (daño) del tejido o con la sustancia introducida.
Infaltable para realizar un tatuaje, la tinta es un elemento conformado por pigmentos que no siempre son inocuos. Los pigmentos de color rojo son las sustancias que causan con más frecuencia complicaciones en la piel, aunque la reacción puede tener que ver con predisposiciones individuales, o ser "una mezcla de ambos" componentes.
Las complicaciones asociadas a tatuajes incluyen: infecciones (hepatitis, HIV), fototoxicidad (pigmento amarillo), reacción alérgica (granulomas, liquenoide), reacción pseudolinfomatosa y rechazo inmunológico del tatuaje (reacción de hipersensibilidad retardada).
Las reacciones alérgicas a cuerpo extraño pueden ocurrir años posteriores a la realización del tatuaje. Generalmente provocadas por el pigmento rojo, pero también puede ocurrir con el verde, rojo y amarillo.
Varios investigadores han estudiado la toxicidad potencial de esos pigmentos, las inflamaciones y las infecciones, así como la transmisión de enfermedades como la hepatitis y el SIDA por medio de agujas infectadas, son los riesgos más difundidos de la práctica, pero no los únicos; existe el denominado 'Fenómeno isomórfico de Koebner', que consiste en "el proceso por el cual los tatuajes desencadenan enfermedades cutáneas que el individuo ya tenía, pero que no se habían manifestado". El impacto de la aguja o de la tinta sobre la piel puede desatar dolencias como la psoriasis, el liquen plano y el vitiligo, entre otras.
Tanto el método de tatuado como la misma tinta introducida, pueden transmitir infecciones y producir reacciones inflamatorias y otros problemas de salud, de hecho, existen casos que demostraron que pueden ser cancerígenos. Esto se debe a que "las tintas están vinculadas a colorantes que se utilizan en ciertas industrias, que pueden contener productos químicos tóxicos, como metales pesados o hidrocarburos".
Los tatuajes temporarios de henna son populares entre los adolescentes. Son relativamente baratos, fáciles de aplicar con mínimo disconfort y accesibles en áreas turísticas. Como el henna natural no se seca con facilidad en la piel, se colocan sustancias adicionales como aceites, café, té, indigo, parafenilendiamina (PPD) para disminuir el tiempo de secado y oscurecer el color.
La dermatitis alérgica de contacto a los tatuajes de henna es un problema que se incrementa en el mundo. Estas reacciones de hipersensibilidad se manifiestan como liquenoides, eccematosas o símil eritema multiforme en el sitio del tatuaje. Las complicaciones a largo plazo incluyen hipo / hiperpigmentación postinflamatoria en el sitio del tatuaje, cicatriz y sensibilización permanente a agentes específicos. El PPD es uno de los sensibilizantes más comunes. Los tatuajes transferibles de figuras son populares en los niños y se conoce poco acerca de sus complicaciones.
Los tatuajes cosméticos se proponen como maquillajes permanentes. Como complicaciones se reportan reacción alérgica, y fenómeno de Koebner.
Los tatuajes traumáticos se originan de la implantación percutánea de materiales extraños como, metales, barro, etc. Deben tratarse con la remoción inmediata de las partículas extrañas.
Los casos descriptos en la literatura dermatológica son escasos, pero las posibilidades son reales.- Es cierto que a la hora de considerar la popularidad del tatuaje y según un trabajo realizado en el Hospital Argerich (Argentina) entre 1998 y 2006, durante ese período fueron atendidos allí 21 pacientes por reacciones adversas a tatuajes. "Son un cuadro de baja frecuencia". Pero los dermatólogos coinciden sobre el mismo punto: el carácter irreversible de los tatuajes por lo que "Primero deben explicarse todo los riesgos que implica hacerse un tatuaje y luego que cuesta poco dinero hacerlo y mucho sacarlo".
Si está planeando tatuarse, asegúrese de hacerlo con un profesional y no con un amigo porque el trabajo de los "amateurs" conllevaría cierto riesgo de contraer hepatitis C. En un análisis de varias docenas de estudios cientificos, expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés) hallaron que los tatuajes que realizan personas no profesionales aumentarían el riesgo de padecer la infección hepática. En cambio, no hay evidencia de que los tatuajes realizados por profesionales acarreen ese tipo de riesgo.
La hepatitis C sigue siendo un importante problema de salud pública en Estados Unidos, ya que entre el 75 y el 85 por ciento de las personas infectadas desarrollan infección crónica, la cual puede provocar enfermedades graves como cirrosis y cáncer de hígado. La enfermedad se contagia a través del contacto con sangre infectada.
En Estados Unidos, hay aproximadamente 18.000 nuevos casos de infección con hepatitis C cada año, en su mayoría debido a que personas que se inyectan drogas comparten agujas o jeringas contaminadas. Pero hay otras formas de contraer la enfermedad. "Los tatuajes y perforaciones ('piercings') pueden transmitir hepatitis C y otras infecciones si son realizadas en condiciones no estériles". Por ello las personas no deberían dejar que amigos o personas que no son profesionales entrenados les hagan tatuajes o perforaciones.
En general, las personas que se realizaron tatuajes con personas no profesionales enfrentaron un riesgo de hepatitis C entre dos y cuatro veces mayor que el promedio.
Los tatuajes en las cárceles son un problema puntual, dado que la práctica es muy común y los prisioneros tendrían otros factores de riesgo de la hepatitis C. "Hasta la fecha no ha habido evidencia de que los tatuajes y perforaciones realizadas en salones profesionales de Estados Unidos hayan estado implicados en la transmisión del virus de la hepatitis C". En cambio, si se acude a alguien no profesional, hay ciertos recaudos que pueden tomarse. "Las agujas para perforar y para tatuar y las hojas de afeitar descartables se usan en una persona y luego se tiran. Reutilizar agujas u hojas de afeitar no es seguro".
Para quienes piensan en tatuarse la revista científica Piel Latinoamericana, por varios dermatólogos consultados, publicó una serie de precauciones, convenientes para tener en cuenta antes de hacerse un tatuaje:
Con el fin de evitar secuelas posteriores al tatuaje, se recomienda:
Por otro lado, en Estados Unidos, se ha observado la creciente popularidad de mensajes en la piel que informan a los servicios médicos de que el paciente tiene algún tipo de enfermedad crónica o alergia, como por ejemplo "Diabético. Tipo 2". Durante muchos años, las personas que tomaban este tipo de precauciones, han usado pulseras o colgantes, pero ambos tenían el inconveniente de que con el tiempo se rompen o son perdidos.
Como tratamientos para la remoción de los tatuajes se han utilizado la escisión quirúrgica, dermoabrasión, criocirugía, peelings químicos y láser pero con el riesgo de secuelas cicatrizales y remoción incompleta.
Con respecto al tratamiento con láser, la elección del láser se basa en el color de la tinta y su característica de absorción. Los pigmentos negros que absorben en el espectro rojo responderán al tratamiento con Q-switched ruby (694 nm), Q-switched alexandrita (755 nm) o Q-switched Nd:YAG (1064 nm). Las tintas azules y verdes responden al láser Q-switched ruby o al Q-switched alexandrita. Los rojos, naranjas o amarillos responden a Q-switched ND:YAG o al dye láser de 510 nm. Los tatuajes multicolores necesitan tratamiento con una combinación de láseres diferentes.
En ocasiones la remoción no es completa debido a que el pigmento dérmico es muy profundo. Las complicaciones del láser incluyen: hipopigmentación o hiperpigmentación, alergia sistémica o reacción granulomatosa localizada, cicatrices atróficas.
Debido a la popularidad de los tatuajes es importante estar alertas de los tipos de tatuajes como así también de las complicaciones de los mismos. Los investigadores continúan estudiando los métodos para mejorar la eficacia de la remoción de tatuajes.
Dr. José A. Nayi
Médico, Especialista en Medicina Interna
Especialista en Cardiología
Master en Medicina Vascular
E-mail: josenayi@hotmail.com
El tatuaje y sus riesgos para la salud
Tendencias sociales y culturales continúan popularizando a los tatuajes, por lo que existe un incremento en el número de adolescentes que se los realiza. Aproximadamente el 10% de los adolescentes (12-18 años) tienen tatuajes. La mayoría de ellos desconocen las complicaciones relacionadas con éstos.
Los tatuajes amateurs están compuestos por tinta o partículas de carbón que se han inyectado en la piel dando un color azul negruzco. Los tatuajes profesionales compuestos por tintas, permiten mezclar pigmentos para obtener el color deseado, por lo que el procedimiento no está exento de complicaciones, las cuales pueden estar vinculadas con la injuria (daño) del tejido o con la sustancia introducida.
Infaltable para realizar un tatuaje, la tinta es un elemento conformado por pigmentos que no siempre son inocuos. Los pigmentos de color rojo son las sustancias que causan con más frecuencia complicaciones en la piel, aunque la reacción puede tener que ver con predisposiciones individuales, o ser "una mezcla de ambos" componentes.
Las complicaciones asociadas a tatuajes incluyen: infecciones (hepatitis, HIV), fototoxicidad (pigmento amarillo), reacción alérgica (granulomas, liquenoide), reacción pseudolinfomatosa y rechazo inmunológico del tatuaje (reacción de hipersensibilidad retardada).
Las reacciones alérgicas a cuerpo extraño pueden ocurrir años posteriores a la realización del tatuaje. Generalmente provocadas por el pigmento rojo, pero también puede ocurrir con el verde, rojo y amarillo.
Varios investigadores han estudiado la toxicidad potencial de esos pigmentos, las inflamaciones y las infecciones, así como la transmisión de enfermedades como la hepatitis y el SIDA por medio de agujas infectadas, son los riesgos más difundidos de la práctica, pero no los únicos; existe el denominado 'Fenómeno isomórfico de Koebner', que consiste en "el proceso por el cual los tatuajes desencadenan enfermedades cutáneas que el individuo ya tenía, pero que no se habían manifestado". El impacto de la aguja o de la tinta sobre la piel puede desatar dolencias como la psoriasis, el liquen plano y el vitiligo, entre otras.
Tanto el método de tatuado como la misma tinta introducida, pueden transmitir infecciones y producir reacciones inflamatorias y otros problemas de salud, de hecho, existen casos que demostraron que pueden ser cancerígenos. Esto se debe a que "las tintas están vinculadas a colorantes que se utilizan en ciertas industrias, que pueden contener productos químicos tóxicos, como metales pesados o hidrocarburos".
Los tatuajes temporarios de henna son populares entre los adolescentes. Son relativamente baratos, fáciles de aplicar con mínimo disconfort y accesibles en áreas turísticas. Como el henna natural no se seca con facilidad en la piel, se colocan sustancias adicionales como aceites, café, té, indigo, parafenilendiamina (PPD) para disminuir el tiempo de secado y oscurecer el color.
La dermatitis alérgica de contacto a los tatuajes de henna es un problema que se incrementa en el mundo. Estas reacciones de hipersensibilidad se manifiestan como liquenoides, eccematosas o símil eritema multiforme en el sitio del tatuaje. Las complicaciones a largo plazo incluyen hipo / hiperpigmentación postinflamatoria en el sitio del tatuaje, cicatriz y sensibilización permanente a agentes específicos. El PPD es uno de los sensibilizantes más comunes. Los tatuajes transferibles de figuras son populares en los niños y se conoce poco acerca de sus complicaciones.
Los tatuajes cosméticos se proponen como maquillajes permanentes. Como complicaciones se reportan reacción alérgica, y fenómeno de Koebner.
Los tatuajes traumáticos se originan de la implantación percutánea de materiales extraños como, metales, barro, etc. Deben tratarse con la remoción inmediata de las partículas extrañas.
Los casos descriptos en la literatura dermatológica son escasos, pero las posibilidades son reales.- Es cierto que a la hora de considerar la popularidad del tatuaje y según un trabajo realizado en el Hospital Argerich (Argentina) entre 1998 y 2006, durante ese período fueron atendidos allí 21 pacientes por reacciones adversas a tatuajes. "Son un cuadro de baja frecuencia". Pero los dermatólogos coinciden sobre el mismo punto: el carácter irreversible de los tatuajes por lo que "Primero deben explicarse todo los riesgos que implica hacerse un tatuaje y luego que cuesta poco dinero hacerlo y mucho sacarlo".
Si está planeando tatuarse, asegúrese de hacerlo con un profesional y no con un amigo porque el trabajo de los "amateurs" conllevaría cierto riesgo de contraer hepatitis C. En un análisis de varias docenas de estudios cientificos, expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés) hallaron que los tatuajes que realizan personas no profesionales aumentarían el riesgo de padecer la infección hepática. En cambio, no hay evidencia de que los tatuajes realizados por profesionales acarreen ese tipo de riesgo.
La hepatitis C sigue siendo un importante problema de salud pública en Estados Unidos, ya que entre el 75 y el 85 por ciento de las personas infectadas desarrollan infección crónica, la cual puede provocar enfermedades graves como cirrosis y cáncer de hígado. La enfermedad se contagia a través del contacto con sangre infectada.
En Estados Unidos, hay aproximadamente 18.000 nuevos casos de infección con hepatitis C cada año, en su mayoría debido a que personas que se inyectan drogas comparten agujas o jeringas contaminadas. Pero hay otras formas de contraer la enfermedad. "Los tatuajes y perforaciones ('piercings') pueden transmitir hepatitis C y otras infecciones si son realizadas en condiciones no estériles". Por ello las personas no deberían dejar que amigos o personas que no son profesionales entrenados les hagan tatuajes o perforaciones.
En general, las personas que se realizaron tatuajes con personas no profesionales enfrentaron un riesgo de hepatitis C entre dos y cuatro veces mayor que el promedio.
Los tatuajes en las cárceles son un problema puntual, dado que la práctica es muy común y los prisioneros tendrían otros factores de riesgo de la hepatitis C. "Hasta la fecha no ha habido evidencia de que los tatuajes y perforaciones realizadas en salones profesionales de Estados Unidos hayan estado implicados en la transmisión del virus de la hepatitis C". En cambio, si se acude a alguien no profesional, hay ciertos recaudos que pueden tomarse. "Las agujas para perforar y para tatuar y las hojas de afeitar descartables se usan en una persona y luego se tiran. Reutilizar agujas u hojas de afeitar no es seguro".
Para quienes piensan en tatuarse la revista científica Piel Latinoamericana, por varios dermatólogos consultados, publicó una serie de precauciones, convenientes para tener en cuenta antes de hacerse un tatuaje:
- Evitar el uso de productos que no son seguros para la salud, como la tinta china.
- Verificar condiciones de higiene: del sitio y del personal que realiza el tatuaje.
- Evitar el uso de instrumentos improvisados (vidrios, puntas o varillas y tornillos calientes) por el riesgo de infecciones o quemaduras graves.
- Verificar que el material a utilizar se encuentre esterilizado y sea de preferencia desechable antes de su uso.
- Realizar un test de alergia al pigmento previo al tatuaje: comprobar la composición de los colorantes, fabricante, lote, fecha de elaboración y fecha de caducidad.
- Debe existir un consentimiento informado por parte del tatuado o un representante legal en caso de menores de edad
Con el fin de evitar secuelas posteriores al tatuaje, se recomienda:
- Evitar donar sangre por lo menos un año (OMS).
- Verificar si no padece de alteraciones de la coagulación o cicatrización, hemofilia
- Verificar que no utiliza marcapasos
- Confirmar que no tiene enfermedades infecciosas como SIDA, Hepatitis A-B-C, infecciones de la piel por bacterias, hongos y virus u otras enfermedades como diabetes, epilepsia
- Confirmar que posee vacuna antitetánica
- Factor de discriminación al momento de incorporarse a la actividad laboral
- Tiempo: tatuajes permanentes o temporales
- Areas del cuerpo con mayor riesgo: boca, nariz, cuello, y órganos genitales
- No ingerir alcohol las 24 horas previas al tatuaje
- Realizar la depilación del área a tatuarse previamente en caso necesario
- No retirar la costra y esperar la eliminación espontánea de la misma
- Evitar baños de inmersión prolongada, saunas, turcos, baños de vapor durante una semana posterior al tatuaje
- Lavado diario
- Posterior al baño, seque suavemente la zona del tatuaje sin frotar y solicite a su médico un antibiótico tópico
- No utilizar ropa de algodón/sintéticos durante las primeras semanas
- No exponerse al sol por lo menos 2 meses posterior al tatuaje
Por otro lado, en Estados Unidos, se ha observado la creciente popularidad de mensajes en la piel que informan a los servicios médicos de que el paciente tiene algún tipo de enfermedad crónica o alergia, como por ejemplo "Diabético. Tipo 2". Durante muchos años, las personas que tomaban este tipo de precauciones, han usado pulseras o colgantes, pero ambos tenían el inconveniente de que con el tiempo se rompen o son perdidos.
Como tratamientos para la remoción de los tatuajes se han utilizado la escisión quirúrgica, dermoabrasión, criocirugía, peelings químicos y láser pero con el riesgo de secuelas cicatrizales y remoción incompleta.
Con respecto al tratamiento con láser, la elección del láser se basa en el color de la tinta y su característica de absorción. Los pigmentos negros que absorben en el espectro rojo responderán al tratamiento con Q-switched ruby (694 nm), Q-switched alexandrita (755 nm) o Q-switched Nd:YAG (1064 nm). Las tintas azules y verdes responden al láser Q-switched ruby o al Q-switched alexandrita. Los rojos, naranjas o amarillos responden a Q-switched ND:YAG o al dye láser de 510 nm. Los tatuajes multicolores necesitan tratamiento con una combinación de láseres diferentes.
En ocasiones la remoción no es completa debido a que el pigmento dérmico es muy profundo. Las complicaciones del láser incluyen: hipopigmentación o hiperpigmentación, alergia sistémica o reacción granulomatosa localizada, cicatrices atróficas.
Debido a la popularidad de los tatuajes es importante estar alertas de los tipos de tatuajes como así también de las complicaciones de los mismos. Los investigadores continúan estudiando los métodos para mejorar la eficacia de la remoción de tatuajes.
Dr. José A. Nayi
Médico, Especialista en Medicina Interna
Especialista en Cardiología
Master en Medicina Vascular
E-mail: josenayi@hotmail.com
Morteros, Córdoba (R.A.)
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