lunes, 21 de abril de 2014

No sólo es cuestión de peso

No sólo es cuestión de peso

Bien es sabido que la obesidad es considerada en la actualidad como una enfermedad cada vez más frecuente en la población general; y que esta situación conlleva además de problemas sociales o de integración, o sicológicos, problemas que afectan directamente a la salud en general y, sobretodo, en lo que se llama alteración metabólica, en la cual la diabetes, la hipertensión arterial, los problemas con el colesterol y los triglicéridos, y un estado inflamatorio continuo, pone a estos pacientes en una situación de riesgo continuo y creciente.

     Por lo general, el peso disminuye rápidamente en los enfermos con obesidad que son sometidos a cirugía bariátrica. La reducción del peso es notable desde las primeras semanas posteriores a la intervención y se asocia con cambios metabólicos favorables.

     Tres estudios recientes confirmaron los beneficios asociados con la cirugía bariátrica, en términos del control de la diabetes y la prevención de la enfermedad, en los sujetos con obesidad. Asimismo, los resultados en conjunto sugieren que en algunos enfermos, la cirugía está indicada para corregir los trastornos metabólicos, independientemente de la pérdida de peso. En este contexto se torna imprescindible conocer con exactitud cuáles son los cambios metabólicos vinculados con la cirugía, clásicamente destinada a bajar de peso.

     Por el momento, el índice de masa corporal (IMC) previo a la intervención sigue siendo el marcador más sensible para estimar el IMC luego de la cirugía.

     Para los cambios metabólicos, en cambio, la información es mucho más limitada.

     En ese contexto se analizó el papel de las citoquinas sintetizadas por el tejido adiposo, en la predicción de las modificaciones vinculadas con la cirugía bariátrica. Los niveles posquirúrgicos de la adiponectina y de la leptina se relacionaron con la resistencia a la insulina y con la reducción del peso. Sin embargo, la utilidad de la concentración prequirúrgica de adiponectina y de leptina, en términos de la predicción de la pérdida de peso y de la mejoría de la resistencia a la insulina, de la hipertensión arterial y de la dislipidemia, todavía no se definió.

     La visfatina es otra citoquina liberada por el tejido adiposo que influye en la masa grasa y en la homeostasis (regulación) de la glucemia, en los sujetos con obesidad. Asimismo, los estudios realizados en los últimos años demostraron el papel importante de la inflamación en la aparición de la resistencia a la insulina y de la diabetes. Actualmente se considera que la obesidad representa un estado de inflamación crónica leve.

     Luego de la cirugía bariátrica, el IMC, la glucemia en ayunas, los valores del HOMA-2-RI y los niveles de la HbA1c se redujeron significativamente. En estas pacientes, el IMC disminuyó en un 24,7% a los seis meses de la cirugía y en un 31% al año. La incidencia de diabetes en las pacientes con obesidad mórbida fue del 40% al inicio y se redujo a 3,3% después de la cirugía bariátrica. Además, los niveles de las HDL (colesterol Bueno) aumentaron considerablemente, en tanto que la concentración de los triglicéridos disminuyó en forma importante.

     Por lo que debemos entender que se producen cambios importantes en los niveles de las adipoquinas y otros mediadores metabólicos e inflamatorios luego de la cirugía bariátrica. La concentración de los marcadores denominados proinflamatorios (TNF-RI, TNF-RII y PCR) disminuyó luego de la intervención, en tanto que los niveles de la adiponectina, una adipoquina antiinflamatoria, aumentaron. Las modificaciones fueron significativas a los seis meses de la cirugía, con excepción de la visfatina, cuyos niveles descendieron en forma considerable recién al año.

     Las observaciones coinciden con los hallazgos referidos en trabajos anteriores, en enfermos obesos con diabetes tipo 2.

     En síntesis, los niveles altos de adipoquinas proinflamatorias antes de la cirugía bariátrica predicen cambios menos importantes en la glucosa, insulina, HbA1c y HOMA-2-RI, luego de la intervención. Por lo que se sugiere que la combinación de diversos marcadores metabólicos y de inflamación sería especialmente útil para predecir los cambios asociados con la cirugía bariátrica y, por lo tanto, para identificar los enfermos con más posibilidades de beneficiarse con la intervención quirúrgica.


Dr. José A. Nayi
Médico, Especialista en Medicina Interna
Especialista en Cardiología
Master en Medicina Vascular
E-mail: josenayi@hotmail.com



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