domingo, 6 de abril de 2014

Debo hacerme colocar la vacuna para la gripe?

Debo hacerme colocar la vacuna para la gripe?

Esta es una pregunta frecuente entre los pacientes y en la población general, y la pregunta surge por la situación de que algunas personas, aparentemente, no padecen de gripe, otras que manifiestan que cuando se vacunan se enferman más, o porque manifiestan que se vacunan y lo mismo padecen episodios de gripe.

     Hoy no hay dudas de que la enfermedad es causa de hospitalización y muerte, sobre todo en los grupos que tienen alto riesgo. Tan es así que el Ministerio de Salud de la República Argentina incorporó en el año 2011 la vacuna antigripal al Calendario Nacional de Vacunación, con el propósito de disminuir la internación, complicaciones, secuelas y mortalidad en la población en riesgo en Argentina.

     Debe entenderse que la vacunación es una responsabilidad y un derecho de todos los habitantes y es indispensable el compromiso del personal de salud, los medios de comunicación y la comunidad, en la difusión de la disponibilidad de todas las vacunas del calendario nacional de manera gratuita y obligatoria.

     Las epidemias de gripe se reiteran anualmente. La variación menor dentro del mismo tipo de Influenza B o los subtipos de influenza A, se llama variación antigénica. Ésta ocurre constantemente y resulta en nuevas cepas, lo que produce epidemias estacionales. Dicha “mutación” genera la necesidad de producción de vacunas antigripales adaptadas a estas variaciones, cada año. Las variaciones mayores implican la emergencia de virus nuevos y generan pandemias, como la producida en 2009 por la cepa A/California/ 07/09 (H1N1)pdm09.

     La enfermedad es causa de hospitalización y muerte, sobre todo en los grupos que tienen alto riesgo de sufrir las complicaciones (niños pequeños, embarazadas, ancianos y enfermos crónicos). Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, las epidemias causan cada año de 3 a 5 millones de casos de enfermedad grave y unas 250.000 a 500.000 muertes. En los países industrializados, la mayoría de las muertes asociadas a la gripe se produce en mayores de 65 años.

     El virus de la influenza o gripe pertenece a la familia Orthomixoviridae. Hay tres tipos antigénicos, de los cuales dos, A y B, son los que más frecuentemente producen patología en el ser humano. En su superficie contiene glicoproteínas denominadas hemaglutininas (H) y neuraminidasas (N). Éstas facilitan la replicación; al mismo tiempo cambian periódicamente su secuencia de aminoácidos, lo que determina las variaciones antigénicas que presenta el virus y, por lo tanto, las mutaciones destinadas a evadir las respuestas inmunes del huésped.

     La enfermedad es fundamentalmente respiratoria, con mayor riesgo de hospitalización, complicación y muerte en los grupos de alto riesgo. Entre las complicaciones más frecuentes se encuentran: neumonitis, neumonía bacteriana y descompensación de enfermedades crónicas cardiovasculares, respiratorias, metabólicas.

     La vacuna antigripal es una herramienta decisiva para proteger de la enfermedad en forma total o parcial. Además, contribuye a limitar la circulación viral en la comunidad. Es en este contexto que la vacunación antigripal constituye una acción de salud preventiva de interés nacional prioritario, para cuyo éxito las instituciones del sector público, las sociedades científicas, las organizaciones de la sociedad civil, los servicios de salud privados, la superintendencia de servicios de salud, las fuerzas de seguridad, los ámbitos académicos y el personal de salud, entre otros, se unen en forma solidaria y eficaz.

     Transmisión: El virus de la gripe, tanto estacional como pandémico, se transmite mediante macro y microgotas expulsadas desde el aparato respiratorio a través de la tos, el estornudo o simplemente cuando se habla.

     Incubación: El período de incubación es aproximadamente de tres días, desde la exposición hasta el inicio de la fiebre y otros síntomas respiratorios, pero puede ser tan breve como algunas horas. En forma más rara, puede ser más prolongado.

     Prevención: La vacunación oportuna es la herramienta de mayor eficacia e impacto para la prevención. El lavado adecuado de las manos o su desinfección en forma frecuente es otra medida de alto impacto para evitar la transmisión de la gripe y de otras enfermedades infecciosas. Además, el observar medidas de control para toser o estornudar contribuye a disminuir la posibilidad de transmisión del virus.

     Tratamiento: El virus es susceptible al tratamiento con drogas antivirales específicas del grupo de los inhibidores de la neuraminidasa, tales como oseltamivir y zanamivir, especialmente cuando estas drogas se administran dentro de las primeras cuarenta y ocho horas de comenzados los síntomas de la enfermedad, independientemente de los tratamientos paliativos o para los síntomas; sin olvidar que aquellas personas que toman otro tipo de medicación es imprescindible la consulta médica pues tanto la enfermedad gripal como sus tratamientos pueden influir en la evolución de otras enfermedades y sus tratamientos.

     Para tener en cuenta…

Consejos para prevenir las infecciones respiratorias

  • Lavado de manos: Hay que hacerlo con frecuencia a lo largo del día.
  • Estornudos: Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.
  • Pañuelos: Preferir los descartables y tirarlos a la basura inmediatamente después de usarlos.
  • Vacunas: Cumplir con el calendario nacional y las indicaciones médicas.
  • Higiene: No compartir objetos. Los virus permanecen en manijas, picaportes y pasamanos.
  • Ventilación: Evitar mantener los ambientes cerrados durante todo el día y permitir la entrada del sol.

Recordar...

Acciones recomendadas según la población

Personal de salud.
Aplicar una dosis de 0,5 ml. de vacuna antigripal.

Embarazadas.
Aplicar una dosis de 0,5 ml. de vacuna antigripal en cualquier momento de la gestación.

Puérperas hasta los seis (6) meses posparto.
Aplicar una dosis de 0,5 ml. de vacuna antigripal, si no han sido vacunadas durante el embarazo.

Niños y niñas de 6 a 24 meses inclusive.
Aplicar dos (2) dosis de 0,25 ml. de vacuna antigripal 2014. Los menores de 24 meses que hubieran recibido al menos dos dosis de vacuna antigripal años previos, deberán recibir una dosis.

Niños y niñas entre 25 a 35 meses inclusive, con factores de riesgo.
Aplicar dos (2) dosis de 0,25 ml. de vacuna antigripal 2014. Los niños entre 25 y 35 meses que hubieran recibido al menos dos dosis de vacuna antigripal años previos, deberán recibir una dosis.

Niños y niñas mayores de 36 meses a 8 años inclusive, con factores de riesgo.
Aplicar dos (2) dosis de 0,5 ml. de vacuna antigripal 2014. Los niños entre 36 meses y 8 años inclusive, que hubieran recibido al menos dos dosis de vacuna antigripal desde el año 2010, deberán recibir un dosis.

Niños y adultos de 9 a 64 años inclusive, con factores de riesgo.
Se aplicará una dosis de 0,5 ml. de vacuna antigripal.

Adultos mayores o igual de 65 años de edad.
Se aplicará una dosis de 0,5 ml. de vacuna antigripal.


Dr. José A. Nayi
Médico, Especialista en Medicina Interna
Especialista en Cardiología
Master en Medicina Vascular
E-mail: josenayi@hotmail.com


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